вторник, 6 января 2015 г.

"VELAS ESCARLATA" DE ALEXANDR GRIN Y CUENTOS RUSOS


“Velas escarlata”,  novela del escritor ruso Alexandr Grin, es muy famosa  entre los lectores de Rusia.
Una historia de Assol   a quien  profetizaton que un dìa encontrarìa a un prìncipe  que llegarìa navegando  en el barco de vela pùrpura y la llevarìa a su paìs lejano para hacerle feliz,  sigue   inspirando  a muchas artistas y gentes sencillas.
La historia tiene un final feliz.  Assol, al pasar por muchas pruebas,  al fin  hallò su felicidad, realizandose su sueño.   “Velas escarlata” dan esperanza a muchas personas que luchan por su sueño. Por otra parte, hay bastante escèpticos que creen  que  toda la historia es solamente un cuento bonito, nada màs,  que no tiene   que  ver nada  con la vida real.
La novela de Alexandr Grin es muy aleccionadora tanto para las mujeres como para los hombres. Assol   plasma  las mejores cualidades que atraen a los hombres:  la fè y fidelidad, paciencia y resignaciòn.  Ningunas adversidades   la hicieron  perder  fè y desistir de su sueño.La muchacha esperaba a su ùnico prìncipe,   negàndose a propòsitos de otros hombres,  a pesar de la miserìa  y burlas de todo el mundo.     Por eso, al fin tuvo su   recompensa. A su hora, el  prìncipe desde su sueño “se materializò”  y  la llevò a un   paìs encantado.
Lamentablemente, en la vida real muy pocas personas   son capaces  de  repetir   la actitud  de  Assol.  La mayorìa pierdan fè y se retiran  de la carrera  en cuanto aparezcan   primeros obstàculos. Prefieren contentarse con poco,   creyendo, como dice un refràn,  que es mejor tener un  pàjaro en mano que buitre volando.  El autor de la novela escrita en 1923, expuso las mismos ideas que Paulo Coelho en su “Alquìmico” en 1990.
Para los hombres, la historia  tambièn es muy instructiva. A veces ellos se quejan de que  las mujeres esperen a los prìncipes y  pasan de largo a chicos  sencillos.
Sin embargo, Grey, novio de Assol, no era ningùn prìncipe. Fue capitan que  habìa  llegado  navegando a la ciudad donde vivìa Assol, en su barco. Por casualidad,  al ver en un bosque a Assol dormir, se enamorò de ella  y fue a aprender màs acerca  de la chica de sus aldeanos. Al escuchar las historias irónicas sobre los sueños  de Assol,  compró en una  tienda  una madeja enorme de tela escarlata, de la  cual  hicieron  velas, y un dìa, al amanecer, apareciò en el horizonte su barco de velas pùrpuras, provocando la sorpresa y envidia de todos  ciudadanos.
Quizas, si  llegara a casa de Assol como una persona sencilla, ella no le recibiera.
¡Es obvio que fuera un hombre sabio y decidiò convertirse en un prìncipe para no decepcionar a su amada!
La novela “Velas escarlata” parece mucho a  los cuentos rusos. Estos cuentos tambièn son muy sabios. Hermosas princesas , protagonistas de estos cuentos, al recibir una peticiòn de mano de un hombre, antes de aceptarla, piden a su  pretendiente que ejecute hazañas por ella, para probarle. 
En la èpica rusa  se dice mucho sobre  hazañas gloriosas de “bogatires”  que estos ejecuten  por  sus  amadas:  matan a un dragòn de muchas cabezas,  cazan pàjaro de fuego, se bañan en un perol con leche hirviente, etc. ¡El amor verdadero le ayuda a pasar por todas estas pruebas! 
En el poema  “Ruslàn y Ludmila”, de Alexandr Pushkin, un hechicero negro rapta a la princesa Ludmila, amada de Ruslàn. Cuatro bogatires van a buscarla. De estos los cuatro fue Ruslàn   quien pudo superar todos los impedimientos mortales que el brujo habìa puesto en su camino, vencer a a su enemigo y salvar a su amada. El amor   le ayudò pasar por todo.
En la niñez a nosotros nos da mucho gusto leer  estos cuentos, pero al hacerse adultos, casi siempre  nos olvidamos de lo que nos enseñan. ¡Creo que toda  la gente serìa mucho màs feliz si a veces se  dirigiera a  la  sabiduria de los  antepasados!


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